Llevamos más de 85 años de experiencia e invertimos muchos recursos en contrastar y mejorar nuestros procesos de gestión. Contamos con protocolos internos que se auditan y mejoran de forma constante, existiendo en las fases de mayor riesgo procesos redundantes al objeto de minimizar al máximo las incidencias, por poner algún ejemplo: los plazos y señalamientos se liquidan y cotejan por duplicado y se cotejan entre ellos, los escritos cuando son presentados se dan de baja en el sistema de control y se coteja antes del término que estén presentados, los plazos y señalamientos son recordados una semana antes y el día anterior.
Además nuestros envíos en su gran mayoría son remitidos por sistemas seguros de e-mail y vigilamos que los destinatarios realmente los reciben, así podemos garantizar que han sido leídos.
El alto volumen de asuntos y nuestra experiencia de más 85 años nos permite, si el cliente no cuenta con ningún abogado de confianza, aconsejarle a algún abogado que se adapte a sus necesidades y materia en donde precisa asesoramiento.
Por supuesto, como cliente, y sin perjuicio de asesorarse de todo lo que precise con el abogado de su confianza, nos puede consultar cualquier cuestión sobre su procedimiento, dicha consulta la puede realizar mediante el medio que más le convenga, mail, fax, teléfono o acceso online a nuestro expediente electrónico.
Al inicio del asunto confiado, también puede indicarnos que le remitamos la documentación que recibimos de los tribunales, para ello, lo ideal es que nos indique una dirección de correo electrónico.
Nuestro equipo tiene una gran experiencia y conocimientos de los Tribunales en donde actuamos, además, nuestra constante inversión en tecnología nos permite realizar un seguimiento y control exhaustivo de los procedimientos que gestionamos.
Aconsejamos la mejor estrategia practico-procesal según el tribunal en el que estamos actuando, realizando directamente los actos de comunicación (emplazamientos, citaciones y notificaciones), cuando suponen un ahorro de tiempo del proceso, acortando el mismo de forma considerable.
Nuestra gestión, aunque contemos con instrumentos informáticos muy evolucionados, precisa de un constante seguimiento en los propios juzgados, al objeto de agilizar de los asuntos confiados. Para ello, teniendo en cuenta el gran número de Tribunales y dispersidad de los mismos, hemos de contar con personal suficiente para poder garantizarlo.
El acudir diariamente nos permite impulsar los asuntos con los funcionarios que los gestionan y corregir o limar aquellos impedimentos que en muchas ocasiones obstaculizan que se resuelvan.
El procurador factura según un arancel aprobado por el gobierno en el año 2003 y al no haberse actualizado desde entonces ha sufrido hasta el año 2014 una pérdida de valor del 26%. con dicho arancel se regulan todos los trámites procesales, pero hay encargos que quedan fuera del mismo, como pueden ser gestiones especiales, liquidación de impuestos o nuevas competencias que no están previstas en el arancel.
En algunos procedimientos el precio regulado es lo que podríamos llamar “precio social”, pues su importe es muy inferior al coste real del servicio prestado.
El Procurador, además de cobrar sus derechos, también incluye en la factura los suplidos y gastos que ha realizado en nombre del cliente, como pueden ser las Tasas Judiciales, Edictos, facturas de Registradores, Cerrajeros, etc.
En Nuestro Despacho buscamos la máxima competitividad, por ello nuestros precios son ajustados al servicio que prestamos y podemos adaptarnos al cliente dentro del margen que se nos permite y en los medios y facilidades de pago.
En la mayoría de procedimientos, pues la complejidad de los mismos hace difícil su seguimiento y control sin la actuación del procurador.
Están excluidos la petición inicial del procedimiento monitorio, juicios verbales inferiores a 2.000€ y sus ejecuciones, comunicación de créditos en los concursos de acreedores, procedimientos laborales, procedimientos contenciosos administrativos ante órganos unipersonales, juicios de faltas y procedimientos penales antes de la apertura del juicio oral.
En los supuestos en que no es obligatorio el procurador, la complejidad de los procesos hace que sea muy recomendable contratarlos, teniendo en cuenta el coste que representa y las ventajas en eficacia, comodidad y celeridad que aporta. Solo hace falta pregunta en cualquier juzgado si notan diferencia en los asuntos que son tramitados con procurador o sin el.
Representa al poderdante ante la administración de justicia, realiza gestiones en los tribunales en beneficio del cliente, agilizando e impulsando los procedimientos para la buena marcha de los mismos, transmitiendo y corrigiendo las comunicaciones entre los tribunales y las partes.
Es un especialista en ejecuciones de sentencias y autos, realizando en muchos casos los escritos y el seguimiento de las mismas.
Además, es un estrecho colaborador de la Administración de justicia realizando actos de comunicación (notificaciones y citaciones) que permiten reducir los tiempos de los procedimientos de forma muy considerable.
Como licenciado en derecho que es, es un experto en derecho procesal y específicamente en su aplicación práctica, pues si es un buen profesional, sabrá como aplicar la Ley según las costumbres de los Juzgados en donde actúa